lunes, 15 de octubre de 2007

Lana y agua

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(...) Hay mermelada cada otro día: hoy no es ningún otro día, como sabes.
- No la entiendo-dijo Alicia-. ¡Es terriblemente confuso!
- Esa es la consecuencia de vivir hacia atrás- dijo la Reina con amabilidad-: al principio te sientes un poco aturdida...
- ¡Vivir hacia atrás! ¡Nunca oí cosa semejante!
- ...pero tiene una gran ventaja, que la memoria trabaje en ambos sentidos.
-Estoy segura de que la mía sólo trabaja en uno- observó Alicia- .No puedo recordar cosas antes de que sucedan.
- Es una pobre memoria la que solo trabaja en el pasado- afirmó la Reina.
(...)Alicia empezó a decir:
- Debe haber un error en algún lado... -cuando la Reina se puso a gritar tan fuerte, que tuvo que interrumpir la frase.
- ¡Ay, ay, ay!- gritaba la Reina, sacudiendo la mano como si quisera desprenderse de ella-. ¡Mi dedo sangra! ¡Ay, ay, ay!
-¿Qué pasa? ¿Se ha pinchando el dedo?
- No me lo he pinchando todavía- dijo la Reina- pero pronto lo haré... ¡Ay, ay, ay!
-¿Cuándo calcula que lo hará?- Preguntó Alicia, que se sentía muy tentada a reírse.
- Cuando vuelva a sujetarme el mantón- gimió la pobre Reina-: el broche se va a abrir.¡Ay, ay!
Apenas pronunció estas palabras, el broche se abrió, y la Reina lo asió torpemente, tratando de cerrarlo.
-¡Tenga cuidado!- gritó Alicia-.¡Lo está cogiendo mal!
Se apoderó del broche, pero demasiado tarde. El alfiler había resbalado y la Reina se había pinchado el dedo.
-Pero, ¿por qué no grita ahora?- preguntó la niña, lista para volver a llevarse las manos a los oídos.
-Bueno, el griterío ya lo hice- dijo la Reina-. ¿Qué ventaja sacaría en repetirlo?
Estaba aclarando.

"A través del espejo" de Lewis Carrol.
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jueves, 4 de octubre de 2007

Por qué??

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Tengo 27 años, dos carreras universitarias, 4 idiomas: uno materno, dos suficientes para una conversación amena o entender una película y uno en un proceso de "duro 2 semanas más sin estudiarlo y se me va a olvidar todo".

Trabajo en lo que estudié. Me gusta lo que hago. Comienzo a ganar como la gente decente.

No fumo, tomo poco y casi no bailo apretao`.

He tenido las relaciones suficientes para hablar con propiedad del tema pero sin parecer una "pizza" (se entrega en 30 minutos!... qué malo). Todas muy sanitas en la medida de lo posible.

Entonces...

¿Por qué la gente más cercana a uno es a veces la que menos te respeta?

¿¿Hay algo en la cotidianidad que disipa el halo de misterioso personaje o jovenzuela culta y cosmopolita??

¿¿¿Es más fácil confundir la determinación con rebeldía, la honestidad con la malacrianza y el corazón de niño con la chineazón???

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